Desde septiembre de 2019, Aebi Schmidt Alemania obtiene el 100 % de su demanda de energía a partir de fuentes totalmente renovables y reduce así las emisiones de CO2 en más de 600 toneladas año tras año. Con la mayor planta europea en St. Blasien, el centro logístico de Laatzen/Hanóver y los centros de servicio repartidos por todo el país, Aebi Schmidt Alemania tiene una cuota de dos dígitos en el consumo total de electricidad de nuestro grupo. Las plantas de Burgdorf y Kielce, así como la mayoría de las sucursales, también se abastecen de electricidad procedente de fuentes renovables. En los Países Bajos, producimos alrededor del 54 % de la demanda eléctrica que necesitamos con nuestra propia instalación solar. Como grupo, nos hemos comprometido a suministrar progresivamente electricidad generada de forma sostenible a todas las unidades a lo largo de los próximos años.
Nuestras plantas también reducen las emisiones con medidas en muchos otros ámbitos. En todas las plantas se han sustituido las fuentes de luz convencionales con tecnología LED más eficiente. En Kielce, desde 2020 hay en funcionamiento una planta para la reducción de compuestos orgánicos volátiles (COV) con un grado de eficiencia superior al 95 %. A la hora de comprar nuevos medios de producción, optamos sistemáticamente por máquinas económicas y respetuosas con el medio ambiente, como las carretillas elevadoras eléctricas. Por último, el objetivo también es minimizar las pérdidas de energía térmica sustituyendo, por ejemplo, las compuertas logísticas por compuertas de esclusa. En St. Blasien, estamos invirtiendo en un nuevo sistema de calefacción respetuoso con el medio ambiente basado en astillas de madera.
El concepto de economía circular también es cada vez más importante en el Grupo Aebi Schmidt. Un ejemplo: actualmente, desarrollamos plataformas de productos que permiten utilizar los componentes para varios tipos de productos y no solo para uno, como ocurría en el pasado. De este modo, cuidamos los recursos y el medio ambiente, y aumentamos la eficiencia en la producción. También es impresionante la elevada tasa de reciclaje de determinados vehículos. En la Cleango, por ejemplo, se sitúa en el 96 %. Esto significa que solo se dedica a chatarra el 4 % del material de una máquina retirada de servicio. Y por último, pero no por ello menos importante, también llevamos a cabo con éxito proyectos de modernización o retrofit cada vez con más frecuencia. En lugar de vender vehículos nuevos, recuperamos modelos que ya están fuera de servicio y los hacemos aptos para las operaciones diarias. Así, por ejemplo, en un proyecto conjunto con la provincia neerlandesa de Utrecht, conseguimos aumentar la vida útil de sus vehículos esparcidores de 13 a 25 años.